domingo, 30 de agosto de 2009

Atenas



Atenas es el sinónimo por antonomasia de la cultura clásica griega, de nuestra forma de pensar y de concebir el mundo y el hombre. Casi siempre que pensamos en Atenas acude a nuestra memoria el recuerdo del Partenón, de la Acrópolis, del Erecteion, de las guerras médicas, de Platón, de Aristóteles, y de los primeros balbuceos de la democracia.

Pericles es el impulsor de la superioridad ateniense en la época clásica griega. Su principal objetivo será embellecer su ciudad y mostrarla como ejemplo a las demás polis, no sólo en lo político y social, sino también en el campo artístico.

Roma nos legó una profunda admiración por los logros de la civilización helénica que Atenas representa. La ciudad se convirtió en la meca intelectual del mundo romano.

Atenas vivirá un periodo de decadencia que abarcará casi 1000 años, hasta que en 1834 es elegida capital del recién independizado reino griego, recuperando parte del esplendor conseguido en el siglo V a.C., especialmente gracias a los Juegos Olímpicos de 2004.

Descripción de la Grecia antigua



El territorio de la Grecia antigua coincide aproximadamente con el actual, pero para completar el mundo helénico es preciso añadir las costas de Asia Menor, así como las del sur de Italia y la isla de Sicilia, configurando ambas regiones la llamada Magna Grecia.
Sin embargo, el núcleo principal de la cultura helénica se concentrará en la Grecia continental, en la que pueden distinguirse tres grandes regiones: la Septentrional, terminada al sur en una línea que une el golfo de Ambracia con las Termóplias; la Central, hasta el istmo de Corinto, y la Meridional, la península del Peloponeso.
La región Septentrional, cuyo límite superior no puede establecerse con exactitud, abarca regiones como Iliria, Macedonia, Epiro y Tesalia. Éstas no fueron consideradas por los antiguos como propiamente griegas, siendo tardía su intervención en la historia del país.
La Grecia Central comprende regiones como la Acarnania, la Etolia, la Fócida, Beocia y el Atica, donde se encuentra la inmortal Atenas. Por último, en el Peloponeso pueden distinguirse varias regiones, como la Argólida, la Lacionia, la Mesenia, la Arcadia, la Elida y la Acaya.
Bañada por los mares Adriático, de Creta y Egeo, frente a las costas griegas se sitúan numerosísimas islas, que tendrán un papel fundamental en su historia. Las más importantes son Corfú, Cefalonia, Itaca o Zante, frente a la costa occidental; Citera, Salamina y Eubea. Esparcidas por el Egeo hallamos a Creta, las Cícladas, Rodas, Samos, Quíos, Lesbos, Samotracia y así hasta un largo etcétera.

Los dioses griegos