viernes, 20 de marzo de 2009

Argumentos a favor y en contra del aborto voluntario

Que se tenga o no un aborto es una cuestión médica que ha de ser decidida, como todas las demás cuestiones médicas, por la paciente y su médico.
(Harrier F. Pilpel, The Abortion Crisis)

El aborto es un problema moral, no médico. Es verdad que el procedimiento es quirúrgico, pero eso no hace que el aborto sea un problema médico, como tampoco el uso de la silla eléctrica hace que la pena de muerte sea un problema de electrotecnia.
(Thomas Szasz, The Ethics of Abortion)

(Citas tomadas del libro de Carl Wellman, Morales y éticas, edt. Tecnos)


DEFINICIÓN DEL PROBLEMA
El aborto puede ser definido como la terminación intencional del embarazo, induciendo la pérdida del feto.

Carl Wellman, en el libro Morales y éticas, señala siete argumentos en favor del aborto: La ley debe posibilitar cualquier cuidado médico que sea necesario para conservar la salud física y mental de la mujer embarazada; es injusto forzar que nazcan niños con graves problemas físicos o mentales; es injusto exigir a las victimas de violaciones que acepten los hijos resultantes de ellas; las leyes restrictivas del aborto son injustas, porque discriminan a ciertos grupos de ciudadanos; el aborto voluntario debe estar legalmente permitido para prevenir e impedir la enfermedad, la esterilidad e incluso la muerte de las mujeres que recurren a abortos ilegales o al auto-aborto; el aborto es uno de los medios que deberían ser utilizados para resolver el problema de la superpoblación, y cualquier prohibición del aborto es una violación del derecho a la intimidad.
Además, formula seis argumentos contrarios a la legalización del aborto: El aborto es física y psicológicamente nocivo para la madre; el aborto voluntario no debe permitirse porque hay mejores maneras de tratar los problemas sociales que, según sus defensores, se intentan resolver mediante este procedimiento; el aborto no debe legalizarse porque es un precedente que alienta la promiscuidad sexual, y, por tanto, socava la institución social de la familia; el aborto es un asesinato, puesto que el feto es un ser humano vivo; legalizar el aborto es un precedente peligroso, porque conduce a actos sumamente inmorales como el infanticidio, la eutanasia o el asesinato eugenésico; el aborto infringe el derecho a la vida del nonato.
Carl wellman considera que el argumento contrario al aborto más potente, de ser correcto, es el que dice que el aborto es un asesinato. Ahora bien, ¿realmente el aborto es un asesinato? Evidentemente, los partidarios de la despenalización del aborto entienden que no lo es.

Veamos el análisis que hace el autor del asunto:
"La cuestión central es si el aborto es asesinato o no. Probablemente no sea asesinato si el feto abortado no es un ser humano.
[...] intentemos encontrar algunos criterios ... para determinar si el feto es o no realmente un ser humano.
1. El crítico proabortista puede mantener que el feto no es un ser humano sobre la base de que no es un organismo separado. Aunque una persona pueda ser definida teológicamente, una persona individual debe ser al menos una entidad distinta de la madre. Sin embargo, el feto todavía no está separado de ésta; aún es parte de la carne materna. Sin duda, es un trozo vivo de carne, pero como también lo es un tumor en la punta de su nariz.
De la misma manera que no es asesinato extirpar un tumor, particularmente si hay razón para pensar que es maligno, tampoco es asesinato eliminar un trozo de materia orgánica del útero de la madre, particularmente si esta pequeña operación es necesaria para conservar la salud de aquélla. Puesto que el aborto no es quitar la vida a un organismo separado, tampoco es matar a un ser humano individual.
El moralista que mantiene que el aborto es un asesinato no deja que su argumento sea refutado tan fácilmente. Negará que el feto sea una parte de la madre y no un organismo separado.
[...]
2. El crítico puede admitir que el feto está separado de la madre en algún sentido, aunque esté unido a ella. Pero ¿ha de seguirse que el feto es un ser humano más, por encima de la madre? No, porque el feto no es un organismo distinto. En esta crítica, el punto central no está en la separación entre madre e hijo, sino en la distinción del hijo. El feto no es un ser humano diferente del organismo materno, porque carece de cualquier característica distintiva que nos permita diferenciarlo de la madre. No se trata de que el feto esté vivo en el cuerpo de la madre o unido físicamente a éste; no hay propiedades distintas que hagan que su carne y su sangre sean diferentes de la carne y la sangre que constituyen el organismo materno.
La respuesta que sugiere la investigación biológica es que hay algo que distingue el feto de cualquier parte del organismo de la madre. Desde el momento de la concepción, la herencia genética del feto es completa... en el momento de la concepción viene a la existencia un organismo humano nuevo y distinto. De ahí que el aborto sea necesariamente la destrucción de una vida humana individual y, en consecuencia, un asesinato.
3. El crítico puede volver al ataque y mantener que el feto no es un ser humano individual, porque no es un ser independiente. El feto no debería ser considerado como un ser humano por propio derecho, como opuesto al organismo materno, hasta que fuera viable y autónomo. Esto no significa que el feto deba ser literalmente capaz de suplir sus propias necesidades antes de que llegue a ser genuinamente humano, ni siquiera que haya nacido al término natural del embarazo. Pero requiere, al menos, que el organismo sea capaz, con unos cuidados razonables, de sobrevivir sin la madre. Es un hecho médico bien establecido que el feto no es viable hasta el último período del embarazo. El feto no debería considerarse como un ser humano, con su propio derecho a la vida, hasta que adquiera su propia capacidad de seguir vivo fuera del cuerpo de la madre. Antes de este momento, el aborto no es un asesinato, porque no es matar a un ser humano independiente.
En respuesta, aquellos que condenan el aborto pueden afirmar que pedir la independencia biológica es pedir demasiado. El niño recién nacido es un ser completamente dependiente. Normalmente depende del alimento, del calor y dela protección de la madre. Sin estos cuidados maternos no podría vivir más que unos pocos días a lo sumo... no podemos emplear la independencia como un criterio para definir el asesinato. Por completamente dependiente que sea, el feto es todavía un ser humano.
4. En este aspecto, la diferencia entre los puntos de vista biológico y moral empieza a surgir. Un ser humano puede ser definido en términos estrictamente biológicos, usando la definición biológica de un organismo separado por la teoría genética de la herencia. Pero la cuestión moral de qué es lo que distingue un asesinato de una muerte justificable no es un problema puramente biológico, sea o no el feto un ser humano en el sentido biológico del término; se puede argumentar que no es un ser humano en el sentido moral del término, porque carece de aquellas características que dan valor moral a un ser humano. El feto humano todavía no es consciente, está lejos de un ser agente racional y carece de toda personalidad. Puesto que e faltan precisamente aquellas características que confieren dignidad a un ser humano, no es un ser humano en el sentido moralmente relevante. Hasta que adquiera esas características moralmente relevantes no es totalmente humano. Antes de ese momento el aborto no es un asesinato, en realidad.
El moralista que considera el aborto como un asesinato puede dar un último paso. Es verdad, por lo que sabemos, que el feto humano no tiene conciencia, poder de elección racional ni personalidad. Así pues, ¿hemos de considerarlo inferior a los animales, puesto que éstos al menos poseen conciencia? De ningún modo. Tal como el niño en toda su inocencia tiene dignidad moral, porque potencialmente es una persona racional adulta, así el feto es más precioso que cualquier bestia, porque posee algo que ningún animal puede tener: la capacidad de convertirse en una persona consciente y racional. El feto es potencialmente una personalidad. Por esta razón debería ser respetado como un ser humano. Matar a semejante ser es asesinato.
Uno de los argumentos más poderosos contra la legalización del aborto estriba en la premisa según la cual matar al feto humano es asesinato. ¿Es verdadera esta premisa? No hemos resuelto esta crucial cuestión. Pero quizás sí hemos proporcionado las objeciones y réplicas a este argumento en cantidad suficiente para demostrar que el tema es complicado y que pueden presentarse una amplia variedad de argumentos por cada parte en litigio.

ALEGATO A FAVOR DEL ABORTO VOLUNTARIO
Aunque no puedo pretender haber llevado mi valoración crítica de los diversos argumentos hasta el final, me parece que el argumento más convincente contra la legalización del aborto es el que éste constituye un asesinato. Si el aborto fuera asesinato, entonces ello constituiría una razón poderosísima para prohibirlo legalmente. Sin embargo, mi opinión es que el aborto no es un asesinato. ¿Por qué no?
La acusación de asesinato no puede ser refutada afirmando que el aborto es un acto justificable de matar y, por tanto, una de las clases de excepciones a la regla general de que matar intencionadamente a un ser humano es moralmente incorrecto. Por las razones esbozadas en la sección anterior, los actos de aborto no entran realmente en la órbita del derecho a matar en defensa propia, del derecho a matar obligado por las circunstancias o del principio del doble efecto. Si el aborto no es un asesinato, ello es así porque el embrión que se mata no es un ser humano.
Mi problema -y no puedo pretender honestamente que lo haya resuelto- es explicar precisamente por qué el embrión, concebido por padres humanos y dotado naturalmente con la capacidad de desarrollarse hasta convertirse en un ser humano maduro, no es un ser humano. Debo admitir que biológicamente es un ser humano. Desde el punto de vista de la genética y la teoría de los organismos vivos, la línea vital que pasa entre padres e hijos es el momento de la concepción. Antes de la concepción sólo hay un óvulo y un espermatozoide, ninguno de los cuales es un ser humano. Después de la concepción hay un ser humano nuevo, un organismo vivo con una herencia genética única que controlará su crecimiento futuro y su vida biológica como ser humano. Por otro lado, desde el punto de vista moral, el embrión no es un ser humano, no es una persona que deba ser tratada con el respeto debido a un agente moral. ¿Por qué no? Porque el embrión carece de las características moralmente relevantes de conciencia y capacidad de elección racional. El niño carece también de capacidad de elección racional, pero no querría negar que el niño es un ser humano y que matar a un niño recién nacido es cometer homicidio. Probablemente, la razón por la cual el niño deba ser respetado como una persona por su propio derecho es que, mientras carece de las características de un agente moral maduro, posee ya la potencialidad adquiridas mediante un desarrollo normal. Pero ¿acaso no tiene también el embrión la potencialidad de llegar a ser un agente moral maduro? ¿Por qué es el momento del nacimiento, o posiblemente el momento en que el embrión ya es viable independientemente, el instante moralmente crucial que distingue el embrión no humano del ser humano? A lo mejor la respuesta estriba en el grado de semejanza entre el niño y el adulto moral que contrasta con el grado de diferencia entre el embrión y el agente moral maduro. No he sido capaz de explicar, sin embargo, cuáles son exactamente las características moralmente relevantes aquí o por qué el momento del nacimiento es más relevante moralmente que cualquier otro en el desarrollo del cigoto hasta la edad adulta. Aunque continuo investigando en torno a una suficiente explicación de esta diferencia, sigo creyendo, sujeto a corrección a la luz de la evidencia futura, que el aborto no es una asesinato, porque el embrión no es, en términos morales, un ser humano.
Si el embrión no es un ser humano, entonces no se puede justificar la prohibición del aborto apelando a los derechos del nonato. El feto, al menos durante los primeros seis meses de embarazo, antes de ser viable, no es un niño nonato en el completo sentido moral de una "persona muy joven". Puesto que no es un ser humano, no posee derechos humanos. De acuerdo con ello, el aborto, aunque causa la muerte del feto, no viola su derecho natural a la vida, porque sólo una persona puede tener derechos naturales. [...] Si estoy en lo cierto al negar que el feto es un ser humano en el sentido moralmente relevante del término, entonces ninguna apelación a su derecho natural a la vida puede exigir su derecho natural a vivir. [...] Si el feto no es una persona en el sentido moral, y si no es necesario admitir que es una persona en el sentido legal, entonces no puede argumentarse que la permisión del aborto voluntario viole ningún derecho natural humano o un derecho legal del nonato. [...]

Otras razones para legalizar el aborto son a)que una ley imposible de hacer cumplir crea una falta de respeto por el sistema legal de una sociedad; b)que el derecho de una mujer a controlar su propio cuepo es absoluto; c)que es hipócrita por parte de la sociedad glorificar el sexo y castigar la promiscuidad; d)que las leyes restrictivas del aborto fuerzan a los médicos a cometer actos ilegales o a actuar contra su juicio profesional, y e)que la ley no debe imponer dogmas religiosos a aquellos ciudadnos que no son creyentes.
Otros argumentos contra la permisión legal del aborto voluntario son: a)que la destrucción de la vida no debe ser parte del papel del médico como tal; b)que sólo Dios tiene el derecho a la vida o la muerte humanas, y c)que el aborto fácil socava el carácter humano incrementando la insensibilidad y disminuyendo la capacidad para enfrentarse a la vida".

(Carl Welman, Ibid. págs. 231-263)

ACTIVIDADES
¿Cuál de todos los argumentos a favor del aborto puedes considerar como el más poderoso? ¿Por qué? ¿Cuál de todos los argumentos contra el aborto piensas que tiene la mayor fuerza lógica? ¿Por qué?

No hay comentarios:

Publicar un comentario